¿Qué son las altas capacidades intelectuales?

No existe una definición unificada para las Altas Capacidades Intelectuales ya que el grupo de personas que engloba es muy heterogéneo. Este término se utiliza para designar una capacidad intelectual excepcional junto con algunas características comunes que posee el alumnado de este tipo.

Tradicionalmente se ha asociado con tener una inteligencia por encima de la media, hasta el punto de que durante mucho tiempo se consideró como definición de superdotación el tener un cociente intelectual (CI) superior a 130 puntos. Los modelos basados únicamente en el CI han quedado obsoletos. El CI no es criterio suficiente para identificar las altas capacidades, ya que éstas son conformadas por un conjunto multidimensional de fenómenos cognoscitivos, emocionales y motivacionales que el CI no mide.


Para poder explicar que son las altas capacidades, primero tenemos que clarificar que entendemos por inteligencia. Una explicación básica es definirla como la capacidad de adaptarse al medio y/o la capacidad de resolución de problemas. Así pues, las personas con altas capacidades destacan por tener un funcionamiento diferencial en la resolución de tareas, funcionamiento ejecutivo y aprendizaje. Piensan, comprenden y conocen de manera diferente cuantitativa y sobre todo, cualitativamente respecto a los aprendices típicos. Tienen un cerebro diferente y por ello, procesan, almacenan y recuperan la información de forma diferente.

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SUPERDOTADO

Es la persona que manifiesta un nivel de rendimiento intelectual superior en una extensa gama de aptitudes y aprende con facilidad en cualquier área o materia. Se caracteriza por su competencia general.

TALENTOSO

Es la persona que muestra habilidades excepcionales en áreas o materias muy concretas (matemáticas, lógica, aspectos verbales o espaciales, etc.). Se caracteriza por su competencia específica. Podemos distinguir talentos simples, complejos y talento conglomerado.

PRECOZ

Es la persona que, mucho antes del tiempo considerado como normal, muestra en áreas concretas una aptitud o habilidad excepcional. Se caracteriza por su competencia específica prematura.

GENIO

Es la persona que, debido a sus excepcionales capacidades en inteligencia y creatividad, ha producido una obra importante para la cultura en que vive y la sociedad reconoce y exalta. Se caracteriza por la competencia general y específica.

PRODIGIO

Es la persona que, a corta edad, es capaz de realizar un producto admirable e inusual en un campo específico comparándolo con los niveles de rendimiento en el adulto. Se caracteriza por la competencia específica prematura y admirable.


Mitos y estereotipos

Los alumnos con altas capacidades, al igual que los alumnos "normales" (normalidad estadística en cuanto a intelugencia) constituyen un grupo muy heterogéneo con intereses, particularidades y características muy diferentes entre ellos. Sin embargo, conviene desterrar algunos mitos y estereotipos que todavía persisten sobre ellos.

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■ Es fácil detectarlos, se les nota desde pequeños.

La excepcionalidad intelectual no es fácil de identificar, no existen unas características físicas exteriores que puedan determinar con facilidad si un alumno posee altas capacidades. Ni padres ni maestros sin formación específica suelen ser buenos identificadores de alumnado de altas capacidades. En todo caso, suele ser más fácil identificar niños/as precoces o talentos académicos por sus conductas y alto rendimiento escolar. En el resto de casos de excepcionalidad, hace falta una evaluación precisa de las capacidades intelectuales para determinar el perfil del alumno/a.

■ Las altas capacidades son hereditarios, su componente es exclusivamente genético.

Las personas tenemos unas aptitudes o capacidades naturales que en parte tienen componente genético y por lo tanto son heredadas. Pero el ambiente también juega un papel importante ya que los talentos y las altas capacidades pueden desarrollarse, o no, hasta convertirse en competencias en diversos dominios. Para que ello se produzca es necesario que se den las circunstancias personales, familiares, escolares y sociales oportunas. Si un talento no se desarrolla, se pierde.

■ Un alumno superdotado es aquel que en el test de inteligencia obtiene un cociente intelectual (C.I.) por encima de 130.

Un CI (Cociente Intelectual) elevado, por encima de 130 es condición necesaria pero no suficiente para detectar las altas capacidades intelectuales. El modelo basado únicamente en criterios pricométricos (centrarnos únicamente en el cociente intelectual) está obsoleto y la detección se debe complementar con otros test en los que se contemplen el mayor número posible de las variables de la excepcionalidad (talentos, creatividad, etc.).

■ Debido a su alta capacidad no necesitan ayuda y pueden aprender de manera autónoma en cualquier circunstancia.

Los alumnos con altas capacidades intelectuales tienen un ritmo de aprendizaje más rápido y complejo, aprenden de manera diferente, pero también necesitan ser apoyados, guiados y enseñados igual que los demás.

■ Siempre sacan buenas notas y destacan en todas las áreas.

Lo más lógico es esperar un alto rendimiento académico en un alumno con altas capacidades pero no tiene por qué ser así. El fracaso escolar afecta a un 40% de los alumnos con altas capacidades.

Un niño puede ser brillante en algunas áreas académicas pero no destacar especialmente en otras. Esto último depende tanto del perfil del alumno como de su interés o desmotivación hacia determinadas asignaturas. Estos alumnos pueden aburrirse si la materia a tratar en el aula no es lo suficientemente estimulante o no se corresponde con sus capacidades e intereses. Las metodologías educativas basadas en la memorización y repetición suponen el caldo de cultivo para la desmotivación y, en ocasiones, el fracaso escolar.

■ No necesitan ningún tipo de educación diferente a los demás alumnos. Una atención educativa diferenciada para estos alumnos es elitista

La finalidad principal del proceso educativo es la búsqueda de la excelencia y el máximo desarrollo de los estudiantes en todos los ámbitos de la vida. El alumnado con altas capacidades nequiere una adaptación curricular diferenciada, acorde a sus necesidades educativas. El término "elitismo" tiene connotaciones negativas ya que supone un trato preferente a "clases sociales superiores", pero en nuestro caso no estamos buscando un trato preferente sino -insisto- una adecuada atención educativa que está amparada por la legislación vigente en materia educativa. No se debe confundir la búsqueda de la excelencia con elitismo.

■ Hay más chicos que chicas con altas capacidades intelectuales

En ocasiones la detección de las altas capacidades en chicas es más difícil ya que ellas tienden a mimetizarse u ocultar sus talentos o excepcionalidad por miedo a no encajar en su grupo de amistades. Todavía hoy, en pleno siglo XXI existe cierto recelo por parte de algunas personas hacia las mujeres con inteligencia excepcional ya que hasta no hace mucho tiempo, en este país, lo que se esperaba de una mujer era que fuera atractiva, buena ama de casa, y estar pendiente del "cabeza de familia". A pesar de los avances hacia la igualdad, todavía persisten cierta presión social y estereotipos de género que se deben desterrar.

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■ Es más probable encontrar altas capacidades en familias de clases sociales acomodadas

Las altas capacidades intelectuales pueden aparecer en cualquier estrato social, desde el más marginal hasta el más rico y poderoso, no existe evidencia científica que relacione posición económica con altas capacidades. Evidentemente, una familia con una posición socioeconómica elevada tiene más recursos para el desarrollo personal del alumno con altas capacidades mientras que en las clases más desfavorecidas, la falta de oportunidades educativas puede llegar a impedir en ocasiones el posible desarrollo pleno ya que en algunos casos no pueden acceden a unos servicios y programas educativos de calidad acordes a sus necesidades.

Es muy importatnte contar con programas de "screening" en los centros educativos con el fin de detectar y diagnosticar las altas capacidades.

■ Son empollones y poco sociales

Es frecuente encontrar personas con alta capacidad que sufren fracaso escolar. Estos niños se pueden desmotivar al tratar temas que no suponen un reto para ellos y acaban por perder el interés y la curiosidad por los temas académicos. A este tipo de alumnado no le gusta memorizar ni repetir las tablas de multiplicar: es igual que si a un adulto le obliguan a repetir continuamente el abecedario durante dos horas.

Algunas veces los niños con superdotación no encuentran compañeros con los que compartir sus intereses, sin embargo, sus habilidades sociales pueden ser tan buenas como las del resto de sus compañeros y tener una vida social plena.